viernes, 30 de noviembre de 2012

En estas fechas de recogimiento y concordia

Próximos a estas fechas tan señaladas como son las navidades, que principalmente consisten en percibir un cierto olor a una especie de mezcla entre pólvora y vómito, un aumento sospechosamente poco fortuito del precio del besugo y el padecimiento un año más de los besos con bigote de esa tía lejana, creo necesario advertir que soy creyente. Un creyente poco ortodoxo, pero al fin y al cabo, creyente, como dios manda. Y también creo justificado informar que mis creencias son tolerantes con las demás, excepto cuando esas otras creencias llaman a mi puerta o se cuelan por mi pantalla de led. Es ahí donde digo “quieto parao” y prefiero advertir a esos invasores de religiones ajenas que no intenten convencerme de nada que no tenga que ver con las siguientes deidades, símbolos o parafernalia fetichista. A saber:

No existe otro dios que no sea este:

Ni existe otro portavoz de la palabra dios que no sea este:


Ni una eucaristía que no sea ofrecida por estos:



Ni un signo de bendición que no sea este:

Ni concibo otros ángeles que no sean estos:


O estos otros:


Ni concibo unas majestades que no sean estas:
 
Ni una identidad maléfica que no sea esta:


Ni un enviado del Cielo que no sea este:


Ni un apostol que no sea este:

 
Ni una redentora que no sea esta:


Ni otros Cuatro Jinetes del Apocalipsis que no sean estos:


Ni otras congregaciones religiosas que no sean estas:

 
Para todo lo demás soy tolerante.

4 comentarios:

  1. Te falta poner alguna ratilla de sacristía, tipo Simon & Garfunkel

    ResponderEliminar
  2. Simon y Garfunkel fueron sodomizados y empalados por King Diamond. Lo único que queda de ellos es un ricito de Garf y una fotografía tamaño natural de Simon que lleva Tom Araya en su cartera.

    ResponderEliminar
  3. Yo no tolero la intolerancia... :-) Mú kurrá esta entrada, Runner

    ResponderEliminar
  4. Thanks, Kalimotxo. Vete mirando el próximo concierto, que ya estoy MONÓxido. Es lo que tiene la religión, que de vez en cuando hay que comulgar.

    ResponderEliminar